El venture debt es una fórmula de financiación muy implantada en otros países pero aún poco conocida en España. Si has encontrado nuestro blog buscando “venture debt” en Google, seguramente hayas encontrado varios artículos que no explican del todo bien en qué consiste.
En este artículo, vamos a ponerle remedio. Explicaremos en detalle en qué consiste el Venture Debt, qué diferencias tiene con los fondos de capital riesgo y cuál es la mejor opción de financiación para las empresas.
Vamos a ello.
El venture debt es un tipo de financiación para empresas emergentes en el que se combina la devolución del capital mediante acciones de la empresa además de con intereses como cualquier otro préstamo.
Como bien indica su nombre, es un tipo de financiación pensado para empresas emergentes. Las startups son empresas con base tecnológica que en teoría pueden escalar su negocio a todo el mundo, pero que a veces requieren incluso años para empezar a generar beneficios.
En las circunstancias que describimos, es muy difícil que una empresa consiga financiación de un banco tradicional, que por la naturaleza de su negocio no son capaces de dar respuesta a las necesidades de este tipo de emprendedor.
La financiación bancaria tiene varios problemas que la hacen poco atractiva para startups.
Ante las deficiencias del sistema bancario para financiar proyectos de empresas emergentes, surgen otras opciones como los fondos de capital riesgo o el venture debt. Vamos aexplicar cómo funciona cada uno de ellos.
Como los bancos no entran en este negocio, los fondos de venture capital saben que invirtiendo en este tipo de empresas la revalorización y por tanto la rentabilidad puede ser muy alta si la empresa llega a multiplicar por varios números su valoración inicial.
El modelo de negocio de cualquier fondo VC es inyectar capital en una empresa para ayudarla a crecer, esperar a que se revalorice tras su puesta en el mercado y posteriormente vender sus participaciones en fases posteriores.
Si te fijas en esta imagen, los fondos venture capital requieren de un tipo de inversor muy específico. Para empezar, lo normal es que se necesiten años para rentabilizar la inversión, por lo que son grandes inversores con fondos suficientes para inversiones durante años.
Además, al comprar participcaiones de la empresa tomarán partido en las decisiones, por lo que se necesita un expertise muy fuerte en los sectores donde se está invirtiendo para saber detectar oportunidades y aportar conocimiento en los consejos de administración. Este perfil de inversor informado e implicado es una condición ineludible para que la compañía se revalorice, que es lo que todos quieren, tanto emprendedores como inversores.
El venture debt es algo diferente, ya que los inversores iniciales tienen dos formas de rentabilizar su inversión.
Por un lado, mediante el préstamo que están haciendo a los emprendedores, y por otro el equity que se queda de la empresa.
En este caso, la relación entre inversores y emprendedores no es tan relevante, ya que la participación en el negocio es mucho más baja. Desde el punto de vista del emprendedor ganan mucho poder político, ya que los inversores no van a ser quienes tomen las decisiones con un capital mayoritario.
Además, los inversores tampoco necesitan tener un conocimiento muy profundo sobre el mercado en el que se está trabajando, ya que tienen la rentabilidad de su inversión asegurada por el lado del préstamo.
En EvenFi apostamos por este tipo de financiación con nuestro producto de Dynamic Loan, que debido al perfil de nuestros inversores es ideal por varios motivos, además de más barato.
Lo normal es que en España se trabajen con préstamos que rondan del 8 al 10%. ¿Por qué íbamos a querer un préstamo a un tipo de interés tan alto?
Como ya hemos dicho, los bancos no ofrecen opciones de financiación para empresas de este tipo, y sobre todo, porque la operación puede ser mucho más rentable desde el punto de vista del emprendedor. La prioridad es el tiempo y no el coste.
Vamos a poner en práctica unas cuentas sencillas:
Una startup “STARTUP SL” está valorada en 10 millones de euros. Quiere hacer una ampliación de capital de 2 M€ para lanzar su producto en otros países. Analicemos las dos opciones
Un grupo de inversores privados aporta 2M€ de capital, hacéndose con el 16,6% de la compañía. Un año después de la ampliación, la empresa ha conseguido multiplicar X10 su valoración, por lo que la empresa ahora vale 100 M€ y su equity está valorado en 16 M de euros.
Un grupo de inversores anónimos aportan 2M€ de capital, pero reciben sólo el 25% de esa cantidad en acciones, por lo que son sólo 500.000€, y es el 5% de la compañía.
Un año después de la ampliación, la empresa ha conseguido multiplicar X10 su valoración, y ha pagado el préstamo del 1.500.000€ más los intereses. Ahora los inversores tienen los intereses de esa cifra, pero también un equity valorado en 7,2 M de euros.
Poniendo los datos frente a frente, vemos como en la primera opción la financiación ha sido mucho más rentable para los inversores, concretamente ha costado 9 M€ de diferencia.
Obviamente, si fuera por preferencia personal, cualquier emprendedor prefiere recibir financiación sin tener que renunciar a equity, ya que estará cediendo muchos derechos políticos sobre las decisiones de la empresa.
Pero no todo es perfecto, el venture debt es un tipo de financiación no tan sencilla de conseguir. En realidad, estas operaciones se suelen producir al mismo tiempo. Es decir, cuando una empresa queire conseguir financiación busca fondos venture capital además de este tipo de préstamos.
La incorporación de fondos de venture capital digamos que avalan la calidad del proyecto y es más fácil cerrar venture debt. Por eso, el crowdlending es una opción ideal para combinar fondos de corto con fondos de más largo plazo entre inversores privados y poder tener fondos para maniobras y crecimiento sin tener que renunciar a tanto porcentaje de la empresa.
Si te interesa este tipo de financiación, puedes escribirnos por aquí